¿Un ejemplo a seguir?

Volcán en El Salvador

Autor: Dr. Antonio Medina. El Dr. Medina es internista, salvadoreño y español. Actualmente trabaja en Suecia

El médico y su bastón se balancean en la pequeña sala, se acerca a la pizarra, escribe unos garabatos, habla sin parar, muchas veces irascible e incoerciblemente, pero después de unos minutos ¡Eureka!, se trata de una extraña y grave enfermedad, que de no ser tratada a tiempo será mortal.  Hablamos  del Dr. Gregory House, un icono de la televisión, un genio de la medicina y el diagnóstico.  Es alabado por su perspicacia y capacidad para desentrañar el más complejo diagnóstico, pero nunca por su compasión o humanidad.

Alguna vez ha dicho: “… ¿Preferirías un médico que te coja la mano mientras te mueres o uno que te ignore mientras mejoras? Aunque yo creo que lo peor sería uno que te ignore mientras te mueres…”

¿Es acaso el Dr. House un modelo a seguir?… Nos atraen los diagnósticos difíciles, y nos encanta desenmascarar los misterios de la medicina. Mucha veces vemos un reto y no a un paciente, aún a sabiendas que este encarna a un hijo, una madre o una familia.

El error diagnóstico, nos aleja de los supermedicos como House, pero nos acerca a nuestra propia humanidad, nos sensibiliza, nos retroalimenta, nos enseña a golpes.  Estudiar el error diagnóstico es una tarea la mar de difícil, consensuar criterios, analizar y depurar cantidades ingentes de material en las historias clínicas, someterse a auditorías médicas, es un proceso engorroso y nada agradable.  El subregistro, consciente o no y la tendencia al proteccionismo de nuestros colegas y de nosotros mismos; dificultan la labor para cuantificar y cualificar el error diagnóstico y desde luego lo más importante: reduce nuestra capacidad de identificar el riesgo en la salud nuestros pacientes, muchas veces creando una falsa seguridad al grado que por ejemplo un estudio presentado por Singh; et al, (1) en JAMA describe que un poco más del 80% de las historias clínicas en atención primaria en las que se detectó error diagnóstico no tenían diagnósticos diferenciales.

Servicios médicos como urgencias, quirófanos y cuidados intensivos están sometidos a grandes cargas de trabajo, con pacientes graves,  en los cuales salvar la vida es la preocupación más importante, por lo tanto el diagnóstico correcto puede sufrir dilación con el consecuente efecto negativo en la salud del paciente.  Por otro lado otras especialidades como radiología o patología también sufren del error diagnóstico, este hecho se magnifica cuando el clínico da por “certeza absoluta” los hallazgos de estas especialidades, aun cuando se sabe que muchas pruebas son operador-dependiente.

Debe señalarse con particular importancia el caso de atención primaria, ámbito en la que confluyen una amplia variedad de factores, que influyen en la génesis del error diagnostico; desde la sobrecarga asistencial, la carga administrativa, las expectativas y demandas de los pacientes, la derivación indiscriminada de las especialidades hospitalarias de tareas consideradas de poca importancia, los paciente pluripatologicos en los que cada especialista deposita los medicamentos o medidas que atañen a su especialidad, muchas veces sin tomar en cuenta las visitas a otras especialidades.  En fin, atención primaria es un lugar de alto riego para error diagnostico a causa de los errores del sistema sanitario.

 

No basta con admirar a House, Incrementar la seguridad del paciente y disminuir el error diagnóstico, es una tarea ardua, que requiere de mucho trabajo, disciplina, organización y sistemática.

 

  1. Singh H, Giardina TD, Meyer AND, Forjuoh SN, Reis MD, Thomas EJ. Types and Origins of DiagnosticErrors in PrimaryCareSettings. JAMA InternMed.2013;173(6):418-425. doi:10.1001/jamainternmed.2013.2777

 

 

 

 

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