Análisis de caso clínico: una bolsa secreta para un sangrado
La hemorragia puede ser un acontecimiento devastador en la evolución de un paciente, y una situación difícil para el diagnóstico. Diferentes etiologías pueden estar en el origen del problema, y diferentes localizaciones pueden verse afectadas. Un problema de coagulación, malformaciones vasculares, entre otros, es un origen común para este tipo de situaciones.
El cuadro clínico está directamente asociado a la intensidad de la hemorragia y al tiempo de duración de la misma. Una hemorragia aguda, asociada a una malformación intrabdominal puede ser devastadora para el paciente, pero una hemorragia más continua y menos intensa, puede detectarse en una analítica con anemia o presencia de hipovolemia. Los síntomas más frecuentes son astenia, dolor en la zona afectada o referido, palidez y una tensión arterial baja.
Ejemplo clínico
Varón de 62 años con tumor renal derecho y fibrilación auricular, que toma anticoagulantes orales. Durante su estancia en el hospital por una infección pulmonar, el médico responsable del paciente detectó una reducción progresiva del valor de Hemoglobina, llegando al límite para una transfusión de hematíes.
Hallazgos clínicos
El paciente refería dolor alrededor de la cadera derecha, no asociado directamente con el movimiento, permanente, de intensidad leve. No constaba antecedente previo de traumatismo o problemas articulares.
Evolución Clínica
El médico a cargo del paciente se alarmó con la evolución del valor de hemoglobina, pero no pudo encontrar ningún dato de una hemorragia digestiva o urinaria externa, ni un signo de una hemorragia digestiva interna.
Diagnóstico final
Hemorragia retroperitoneal (músculo psoas)
Comentario
El músculo psoas tiene una aponeurosis con contacto laxo con las fibras musculares, lo que permite una acumulación relativamente grande de líquido en caso de hemorragia en la zona. No es infrecuente en esta localización anatómica la presencia de un dolor referido en la cadera, ya que el músculo psoas recorre un largo trayecto desde su inicio hasta sus inserciones finales en la cadera y el fémur.
Análisis
Podemos considerar este caso clínico como un Retraso Diagnóstico, ya que se tardó al menos diez días desde el inicio de los síntomas, hasta que el médico llegó a un diagnóstico definitivo.
Analizaremos algunas posibles causas asociadas al retraso, utilizando un «diagrama de espina de pescado».
Autor: Lorenzo Alonso Carrión
FORO OSLER