Mejorar la atención médica: ¿una utopía?
Artículo publicado por la Profesora Ximena Páez, profesora de la Universidad de Los Andes de Venezuela. *Profesora titular Facultad de Medicina
Ensayo enviado a la revista INVESTIGACIÓN del Consejo de Desarrollo Científico,Humanístico y Tecnológico CDCHT de la Universidad de los Andes Mérida, Venezuela.ULA.Revisado 24/01/2017.
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La atención médica, desafortunadamente, no deja satisfecha a la mayoría de los usuarios ¿Razones? Son muchas y complejas ¿Podrían los servidores y los usuarios de manera individual e independiente producir cambios para lograr una mejor práctica médica?
¿Podrían las instituciones de enseñanza y asistenciales ayudar en esto? En la carrera de medicina actualmente no se enseñan formalmente a los estudiantes de pre ni a los de posgrado aspectos de bioética en relación con la salud (lo que antes se conocía como ética médica) y tampoco aspectos legales en relación con el ejercicio. Estas carencias pueden conducir a graves fallas en la práctica médica. Si los médicos no saben (porque nadie les enseñó) que tienen obligaciones fundamentales como estudiar siempre, como informar a sus pacientes de todo lo relacionado con su enfermedad (incluso cuando se han cometido errores), no podrán prestar un servicio médico actualizado, la atención no será eficiente y habrá una tendencia a que ocurran más errores. Si analizamos algunas quejas frecuentes de los pacientes, encontramos que no se deben a falta de aparatos costosos, exámenes muy especializados o a falta de presupuestos. En muchas ocasiones las fallas ocurren por no haber escuchado oportunamente al paciente que nos dice lo que siente, o por no haberlo examinado exhaustivamente lo que nos hubiera mostrado los órganos afectados, o por falta de llevar historias médicas bien hechas, o por falta de adecuada interpretación de un examen etc., etc. Así como hay serios defectos en los profesionales, también hay serios defectos en los pacientes que tampoco han sido enseñados a tener una participación activa en su propia atención, lo que ayudaría a prevenir errores. Si el paciente supiera que tiene el derecho de preguntar para qué es un medicamento o en qué lo beneficia una exploración que tiene riesgos, o si puede tener una segunda opinión sobre su enfermedad o tratamiento sin que los médicos se incomoden, se evitarían tal vez medicamentos o exámenes innecesarios y se obtendría diagnósticos y tratamientos más acertados, en fin, se lograría un mejor servicio. La ocurrencia de sucesos adversos en el curso de la atención médica que pueden dañar al paciente incluso muchos que se podían prevenir es algo con lo que los profesionales de la salud deben saber cómo lidiar y los pacientes deberían estar alertas. El sólo mencionar errores en la práctica médica despierta horror en servidores y usuarios, sencillamente porque nadie los ha preparado para eso. Los servidores que ejercen su profesión deben conocer cómo se debe manejar los errores correctamente pues es algo a lo que siempre estarán expuestos. Esto sería lo deseable. Pero cómo podremos lograr esto si no 2
se enseña o preparara sobre este tema tabú. Muchas veces los errores catastróficos siguen a errores menores que no se supieron manejar apropiadamente.
Todas estas fallas o defectos que resultan en la atención médica podrían corregirse con educación tanto de médicos como de pacientes. Para el buen desempeño del servicio a la salud, es fundamental una robusta formación ética y no sólo una excelente colección conocimientos, que muchas veces tampoco existe.
Queda claro entonces, el papel primordial que las universidades e instituciones asistenciales deben tener en la formación de buenos profesionales de la salud con una sólida formación ética y también en la educación de los pacientes para que no sean pasivos sino que
exijan la mejor atención posible y colaboren en su propia atención.
Si se mejora la calidad de los médicos y se tiene pacientes educados en sus derechos con toda seguridad la atención médica mejoraría y ocurrirían menos errores. Mientras se logra esto, aunque sólo haya pequeños cambios en unos pocos individuos que cumplan mejor con sus obligaciones y respeten los derechos de los demás tendremos una mejor atención
médica. Difundir y discutir estas ideas es el primer pequeño paso en la consecución del ideal de un mejor servicio de salud para todos. Esperamos que la universidad continúe con estas actividades y aún más se comprometa a realizar cambios en la enseñanza y en sus servicios asistenciales donde se apliquen los nuevos conceptos de las relaciones entre médicos y
pacientes que llevan a una práctica médica más eficiente.
*Profesora titular Facultad de Medicina
Ensayo enviado a la revista INVESTIGACIÓN del Consejo de Desarrollo Científico,
Humanístico y Tecnológico CDCHT de la Universidad de los Andes Mérida, Venezuela
ULA.
Revisado 24/01/2017.
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Excelente artículo
Gracias Profesora Ximena Páez
Interesante artículo. Creo que el primer paso para mejorar la atención médica radica en el cambio percepción de los médicos hacia los pacientes y viceversa. Actualmente en muchos escenarios esta relación es más de antagonismo y enfrentamiento, que de cooperación, por un lado el paciente tienen perspectivas irreales del médico y su práctica clínica, pero paradójicamente no confía en él. El paciente prefiere acudir al internet, las redes sociales e inclusive la vecina de al lado para establecer las pautas que le llevaran a un diagnóstico certero, por otro lado los médicos como bien dice el artículo con insuficiente preparación para establecer la adecuada relación médico-paciente, reciben a los pacientes como quien se prepara para el conflicto y muchas veces inclusive establece una relación verticalizada, que en nada abona a la confianza que se espera del que caminara a tu lado en los momentos difíciles.
Estoy de acuerdo Antonio. Creo que los medicos debemos ponernos bastante en la situacion del paciente y ser gestor de su marcha durante el acto dx terapeutico. No se trata de ser una ONG sino de dar sentido a lo que hacemos. Y menos manipulacion de la politica en temas sanitarios