Radiología: diferentes vistas del mismo problema, pero siempre con dolor
Objetivo
Las metástasis óseas son frecuentes en varios tipos de cáncer, como el de pulmón, mama, riñón o tiroides, con dos clases de lesiones, blástica o lítica. El conocimiento de la presencia de esta situación es importante para decidir el mejor tratamiento para el paciente, y para detectar con antelación la posibilidad de una fractura ósea. Una gammagrafía ósea, un TAC o una radiografía simple son pruebas útiles para evidenciar si hay metástasis, pero el dolor es casi universalmente la principal queja del paciente.
Caso clínico
Una mujer de cincuenta y dos años, con diagnóstico previo de cáncer de mama, comenzó con dolor en el hombro derecho y en la cadera derecha, siempre asociado a la actividad física de la vida diaria. Mostraremos en las siguientes imágenes los hallazgos radiológicos asociados a dos herramientas radiológicas diferentes, y la conclusión que podemos extraer tras un análisis comparativo.
Comentarios
Las metástasis óseas pueden detectarse con una gammagrafía ósea, una tomografía computarizada y una radiografía simple. Una radiografía simple puede dar una información importante y adicional, por ejemplo puede ayudar a mejorar la idea sobre la situación de los huesos largos, en cuanto a soportar el peso del paciente o el grado de actividad física que sería recomendable. La conclusión es clara: un TAC o una gammagrafía ósea es una buena prueba, pero no olvide pedir una radiografía simple, principalmente cuando los huesos largos están afectados. Y una consideración clínica muy importante: tenga en cuenta los síntomas del paciente, las metástasis óseas siempre son dolorosas.
Autor: Dr. Lorenzo Alonso Carrión
FORO OSLER