Heparina: cuando es fácil cometer un error médico
Objetivo
Mostrar la importancia de reconocer el «momento diagnóstico» con un paciente y lo fácil que es cometer un error médico bajo un falso razonamiento.
Caso clínico
Una mujer de 52 años tenía un diagnóstico de cáncer de ovario con extensión abdominal. Tres semanas después de su laparotomía diagnóstica, tuvo que permanecer en el hospital porque sufrió una toxicidad digestiva de grado 3 con náuseas y vómitos asociada al tratamiento de quimioterapia. Estaba en tratamiento con heparina como indicación para reducir la posibilidad de un émbolo pulmonar, una práctica común ahora, basada en la evidencia. Durante su estancia en el hospital, mantuvo la heparina en una dosis profiláctica, la misma que estaba recibiendo en casa.
Evolución clínica
La exploración física fue normal, con la excepción de un vendaje alrededor del tobillo izquierdo, que fijaba una fractura de peroné que había sufrido diez días antes. Sus síntomas de náuseas y vómitos desaparecieron tras una semana con antieméticos, dieta ligera e hidratación. Completó las cuatro semanas de tratamiento profiláctico con heparina y se decidió enviarla a casa.
Situación clínica
En ese momento, sabiendo que terminaba el periodo de cuatro semanas de tratamiento con heparina prescrito por el ginecólogo, estuvimos tentados de suspender este tratamiento, pero, al final, y con el consejo de la propia paciente, nos dimos cuenta de que una paciente con una fractura ósea como ésta, que produce una alteración de la marcha, tenía indicación de mantener el tratamiento con heparina a más largo plazo.
Comentario final
La complejidad e interacción de diferentes situaciones en la evolución clínica de un paciente aumentan la posibilidad de un error médico. El conocimiento de las incidencias clínicas y de los diferentes «sistemas» implicados en la atención de un paciente son un factor clave para reducir la probabilidad de un error.
Autor: Dr. Lorenzo Alonso Carrión
FORO OSLER