El fenómeno del espejismo  o cómo toda mejora clínica se asocia a nuevos fármacos y pruebas diagnósticas

 

La Medicina está evolucionando con la sociedad

Hubo un momento en que algunos pensaron que los sacerdotes con sus plegarias no podían resolver la enfermedad y decidieron actuar de forma más práctica, por ejemplo con las trepanaciones.

Tambien alguien observó que cuando los sacerdotes actuaban, las personas se tranquilizaban, se sentían protegidas cuando alguien les prestaba atención. Por lo que los resultados eran mucho mejores cuando se unían una actuación práctica con una comprensión de la persona, y ese ha sido el modelo que la medicina del siglo XX ha tratado de desarrollar.

El desarrollo de la fisiología y el conocimiento de los rayos Roentgen, permitió observar el interior del cuerpo  y  relacionar enfermedades con patrones analíticos o radiográficos. Los antibióticos y las vacunas han cambiado el panorama de la población   junto con una mayor higiene y alimentación (donde es posible). Este gran desarrollo de fármacos y pruebas tecnológicas ha eclipsado la relación real entre un médico y un paciente, simplificándola a poner un nombre al problema médico y a buscar la prueba y fármaco para su tratamiento.

Un correcto tratamiento requiere un proceso diagnóstico adecuado

La efectividad de los tratamientos actuales ha eclipsado  la importancia del proceso de diagnóstico. Los médicos son vistos como un mero instrumento en una cadena de producción, siempre perfectos si no se distraen, siempre acertando si recogen la información del paciente. Incluso los errores de diagnóstico son analizados aún por la sociedad en términos de negligencia o debidos  a una actuación poco profesional por el médico. La teoría del error como accidente no ha penetrado en la base de nuestra sociedad y, lo que es peor aún,  el diagnóstico es la hermana menor de la Medicina en estos momentos. Los propios médicos han sido artífices en parte de esta situación porque el enorme desarrollo de la farmacología ha dejado en un segundo lugar la mejora del proceso clínico y de diagnóstico.

Necesitamos el mapa completo, no sólo las islas

En los últimos años la práctica clínica se ha visto rodeada por conceptos como seguridad del paciente, control de calidad, mejora del diagnóstico, simulación clínica,  pero en cierto modo hemos olvidado el principal objetivo de toda nuestra actividad, el aprender de la práctica clínica y el tratar de mejorarla . La medicina es una profesión de estudio permanente, pero sólo estudiando no alcanzamos nuestros objetivos, debemos centrarnos en lo que hacemos cada día. En definitiva, necesitamos una nueva orientación de la práctica médica que esté centrada en el propio proceso clínico y que establezca una nueva forma de trabajar, planificando, detallando los puntos críticos, estableciendo objetivos, analizando los resultados. Por eso la metodología de la mejora del diagnóstico debe estar incluída en un concepto más amplio de mejora de la calidad, para poder utilizar toda su metodología.

Recuperar un método clínico renovado: abriendo los ojos a los problemas

La anamnesis y exploración física, junto con un adecuado proceso de razonamiento clínico, son la clave de la profesión médica. Pero en estos nuevos tiempos podemos introducir avances que mejoran el método clásico, incorporando conceptos del sistema, de resolución de problemas, motivación en valores, métodos de razonamiento clínico y sobre todo creando un nuevo escenario para la enseñanza de la Medicina, adelantando la práctica real y exponiendo a los estudiantes a situaciones reales y prácticas.

Las Escuelas de Medicina y los tutores clínicos deben saber que, más allá de un conocimiento de las entidades y de su tratamiento, es en la mejora del propio método clínico donde reside una actuación clínica más eficiente que la actual en su sentido más amplio.

Autor: Lorenzo Alonso. Foro Osler

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