What are medical residents learning?
Residents of any specialty in the world want to learn particular diseases and their treatment. They have a linear view of their formation in which concepts such as “quality control” referred to a diagnosis, or monitoring outcomes are rare examples…
Residents are dazzled by specific diagnoses, for new or infrequent infectious diseases, new drugs for cancer, but there is no hint of an interest in improving the diagnostic process or to analyze their own clinical outcomes. How can we convince our young doctors and their supervisors to implement a “second circuit” of evaluation of the clinical practice? ? It’s hard. Changes in the clinical practice are not in the horizon, although some movement begin to be seen in the major medical journals. Only a real conviction on the part of managers, tutors, directors of medical services and clinician in general, about the need to analyze and improve medical practice will advance Medicine in this twenty-first century. The improvement of therapeutic is basic, but also an improvement in clinical reasoning, a culture of outcome evaluation and the incorporation of the importance of the system in clinical practice must take its place in the next medical revolution.
¿Qué aprenden los residentes en su formación?
Los residentes de cualquier especialidad en el mundo quieren aprender las patologías de su especialidad y los tratamientos para las mismas. Es decir tienen una visión lineal de la formación en la que conceptos como “control de calidad” referido a los diagnósticos, o seguimiento para conocer el resultado de una acción son ejemplos raros. Los residentes se ven deslumbrados por diagnósticos concretos, por gérmenes nuevos o poco frecuentes, por nuevos fármacos para el cáncer, pero no se observa atisbo de que haya un interés en la mejora del diagnóstico o en el análisis de los resultados de su propia actuación y la de sus compañeros. ¿Cómo podemos hacer ver a los jóvenes doctores y a sus tutores que necesitamos un “segundo circuito” de evaluación de nuestra práctica clínica? Es difícil. Las corrientes de la Medicina no van todavía por este camino, aunque algunos cambios empiezan a aparecer en las grandes revistas médicas, pero llegan en cuentagotas a la práctica real. Sólo un convencimiento real por parte de responsables, tutores, responsables de servicios y por los propios médicos de a pie ,de la necesidad de conocer lo que hacemos para analizarlo y mejorarlo hará avanzar la práctica médica de este siglo veintiuno. La terapéutica tiene su importancia determinante, está claro, pero la mejora del razonamiento clínico, del análisis de resultados y la importancia del sistema como lugar de trabajo no puede quedar al margen de la revolución médica.
